El taller “Mi Alforja”, compartido con algunos coordinadores del Programa Comunitario, fue una experiencia entrañable. Partiendo del significado que tiene la alforja para cada uno, se fueron manifestando los sentimientos y vivencias hacia ella: una fiel compañera que guarda secretos, recuerdos de familia, nos da identidad, nos equilibra y acompaña en las faenas. “Sólo ella sabe lo bueno y lo malo, de nuestras alegrías y secretos”.
“Si fuéramos alforja”, una reflexión personal sobre los valores que cada uno tiene sobre sí mismo, sobre lo que se da desinteresadamente y se recibe con gratitud.
Cuidando a los cuidadores, respiramos conscientemente, nos conectamos con nuestro cuerpo, jugamos y nos convertimos en la Luna, la Tierra, el Agua… para luego bailar sabiendo que somos únicos e importantes para nosotros mismos y para los que nos acompañan en este camino de Vida. Un corazón de papel con palabras que salen del corazón.
¡Gracias a todos y cada uno por este inolvidable compartir!
Sara López, Lima
terapeuta y responsable de este taller