Han pasado más de dos
meses desde que estamos en aislamiento o cuarentena.
El avalar todas las
medidas no solo es una cuestión de cuidado propio: es para solidarizarnos con
aquellos que son más vulnerablea. Pero algo está fallando gravemente en la
solidaridad de todo el país…
Nuestros familiares que
están en la chacra no tienen lo necesario en casa para pasar estos días: algunos
productos han subido sus precios y tampoco hay transporte para vender en otros
lugares. Eso nos preocupa: como el año tampoco ha sido bueno con las lluvias y
ya empezaron las heladas, seguro se perderán las cosechas.
Si todos tomaramos
consciencia y fuéramos más sensibles ante esta situación, podríamos mejorar. Sobre
todo después de ser causantes, también, de este terrible desastre.
Quieran los dioses y los
humanos que nuestro ser solidario, en este tiempo, brille más.
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