Nacemos despojados, con mucha inocencia y capacidad de asombro. Luego nos imponen el cemento y poco a poco nos perdemos… mucho tiempo pasa antes de caer en cuenta en este hecho.
Sin embargo, a veces la vida se entreteje para que encontremos a las personas y espacios correctos. Para que esto suceda hay un paso importante que dar: “aprender sobre la voluntad y el agradecimiento con la vida”. Partiendo de aquí podemos decir que, en el camino, hemos encontrado amigos y aliados entrañables.
Soy miembro de una Asociación Cultural llamada APU. Este es un grupo humano comprometido con la gestión y promoción cultural desde la vida comunitaria. En uno de los caminos que hemos transitado desde nuestro comienzo nos encontramos con la familia de la Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca. Este encuentro maravilloso y el vínculo que hemos creado se debe a nuestras visiones en común: nuestra voluntad de trabajar en comunidad y el agradecimiento a nuestra tierra, a nuestras raíces y a nuestra cultura.
Este andar también nos llevó a conocer a Alfredo Mires Ortiz, con el que tuvimos la oportunidad de compartir espacios, conversaciones y formas nuevas de ver el mundo.
De estas formas y añoranzas nacieron caminos, nacieron ideales, nacieron sueños y, al final, surgió un nuevo compromiso: el de sumarnos a los esfuerzos para, juntos, ver ese mundo soñado por la Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca y, con ello, el entrañable cariño por los bibliotecarios, los comuneros, la minga, los Apus, el Ayllu y todos los vivientes que dan impulso y resuello a este camino que nos junta.
Mauricio Pérez
Sin embargo, a veces la vida se entreteje para que encontremos a las personas y espacios correctos. Para que esto suceda hay un paso importante que dar: “aprender sobre la voluntad y el agradecimiento con la vida”. Partiendo de aquí podemos decir que, en el camino, hemos encontrado amigos y aliados entrañables.
Soy miembro de una Asociación Cultural llamada APU. Este es un grupo humano comprometido con la gestión y promoción cultural desde la vida comunitaria. En uno de los caminos que hemos transitado desde nuestro comienzo nos encontramos con la familia de la Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca. Este encuentro maravilloso y el vínculo que hemos creado se debe a nuestras visiones en común: nuestra voluntad de trabajar en comunidad y el agradecimiento a nuestra tierra, a nuestras raíces y a nuestra cultura.
Este andar también nos llevó a conocer a Alfredo Mires Ortiz, con el que tuvimos la oportunidad de compartir espacios, conversaciones y formas nuevas de ver el mundo.
De estas formas y añoranzas nacieron caminos, nacieron ideales, nacieron sueños y, al final, surgió un nuevo compromiso: el de sumarnos a los esfuerzos para, juntos, ver ese mundo soñado por la Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca y, con ello, el entrañable cariño por los bibliotecarios, los comuneros, la minga, los Apus, el Ayllu y todos los vivientes que dan impulso y resuello a este camino que nos junta.
Mauricio Pérez
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